Anticiparse, programar, vigilar, atar cabos y no soltarse demasiado, no vaya a ser que nos vea el plumero. Cualquier cosa con tal de tenerlo todo bajo control, un engaño y una ilusión que a la larga se traduce en todo lo contrario: depresión, ansiedad, fobia al compromiso o exceso de apego, hipocondría, obsesión. Vivimos con el miedo en el cuerpo.