El periodo que Fernando Fernán Gómez transcurrió en Roma para trabajar en el rodaje de la película La conciencia acusa del director checo Pabst marcó el futuro cinematográfico y personal de quien llegó a convertirse en uno de los intelectuales españoles más respetados y queridos de todos los tiempos. Los encuentros con los más celebrados artistas y las estrellas del cine de la época, la contagiosa euforia de la Roma de la posguerra (en contraste con la sofocante atmósfera de la dictadura franquista en España) y el aire internacional y mundano de la capital italiana dejaron una profunda huella en el joven Fernán Gómez, que quiso inmortalizar esa etapa vital y artística alegre y fecunda en un diario que en parte fue originariamente publicado por entregas en la hoy desaparecida Revista Internacional de Cine y que en estas páginas se rescata para ofrecer al lector la faceta más íntima e informal del gran cineasta. El libro, publicado para conmemorar el centenario de su nacimiento, incluye también el poemario A Roma por algo, nacido de la misma experiencia romana que dio a luz el diario.