Cipión, perro culto y prudente, y Berganza, juguetón y dicharachero, sufren un hechizo y se transforman en humanos. Berganza habla y habla durante toda la noche contándole sus peripecias a su amigo Cipión, quien no deja de recordarle valores como la bondad, el amor y la amistad. Con un castellano coloquial, fresco y d inámico, El coloquio de los perros sigue mostrando que los distintos tipos humanos, con sus virtudes y sus defectos, apenas han cambiado con el paso de los siglos. El cuento se complementa con el texto original con el fin de que tanto padres como niños puedan disfrutar del libro