Nunca olvidaré el día que descubrimos que había un ladrón de croquetas entre nosotros.
El problema con los ladrones de croquetas es que no son tan fáciles de reconocer como los vampiros o las momias. Y para cuando descubres lo que son, ya es tarde. ¡Tus croquetas están condenadas!
Un ladrón de croquetas no se conformará con robarte tus croquetas. Se las comerá delante de ti para causarte el mayor sufrimiento posible.