1910. Los primeros quince años de Mei Ryu transcurren de manera natural entre los cerezos en flor del Japón más tradicional, hasta que un compendio de desafortunadas desgracias le arrastra, junto a su padre, al corazón de China, donde este la obligará a vivir en un burdel
en el que trabajará limpiando las habitaciones de lánguidas prostitutas y repugnantes clientes.
Mei siente la fuerte necesidad de escapar de ese mundo que tanto detesta, y el día que es violada decide marcharse, teniendo que recurrir a los actos más impuros para conseguir dinero y alas. Cuando cree totalmente perdidas su dignidad y su humanidad, alguien inesperado le ofrece un trabajo honesto y muy especial que podría suponer la salvación. Sin darse cuenta, Mei se hallará frente a lo que nunca habría esperado, el verdadero amor.