Desde pequeña supe que mi vida no iba a ser como la de los demás. La creatividad, el optimismo, el amor por mi trabajo, por los animales, la libertad y la curiosidad por aprender, ver y conocer, han sido mi verdadero motor. Todos los días aparecen oportunidades y hay miles de cosas por hacer. Siempre he tenido clarísimo que dentro de una vida hay muchas vidas. Y en la mía, como en la de todo el mundo, ha habido momentos en los que me he dejado llevar, otros en los que me he reinventado y otros en los que he arrasado. La gasolina para todo ello me la han dado mi curiosidad y mis ganas permanentes de hacer cosas. Eso te puede salvar. Puedes salir de un divorcio, de una crisis, de un mal momento económico, de una traición, de un duelo… Sea lo que sea, un buen plan te puede arreglar un mal día.